En este devenir de horas amargas
Marchitas al compás de un rock lejano
Entre el hedor de cloacas y templos vacíos
En el idílico ocio de
los parques
Y fachadas marcadas
por la anónima sombra
En la acera que guarda las huellas de la urgencia
Y avenidas ebrias de estruendosas bocinas
Entre esta multitud que todo ignora
Te
busco
Desconcertado y sombrío
Con el requinto de un blues en la memoria
Y la esperanza indigente alargando su mano
Con la sed de un beso punzando en mi boca
Y la resaca de la vida vomitando en mis sienes
Te busco en el mundo porque me sueño el mundo
(Irremediable encontrarte en la utopía de la noche
Y los febriles adioses del crepúsculo)
Las últimas notas se dispersan al viento
Sonoras pompas que el tacto de un niño
En su afán de asir ya las destruye
Bebo el café que la noche me invita
Te miro aparecer entre luces
De neón de onírica apariencia
Noctambulas criaturas se dispersan en las sombras
Hallan refugio en las cuevas del tiempo
Donde un Baco innovado
Llena copas de licor adulteradas
No es necesario soñarte
Todas las cosas tienen tu recuerdo
Antonio Ruiz
(Amores idos)
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