martes, 8 de octubre de 2013

En este devenir de horas amargas
Marchitas al compás  de un rock lejano

Entre el hedor de cloacas y templos vacíos

En  el idílico ocio de los parques
Y fachadas marcadas  por la anónima sombra

En la acera que guarda las huellas de la urgencia
Y avenidas ebrias de estruendosas bocinas

Entre esta multitud que todo ignora
                                                                  
                 Te busco

Desconcertado y sombrío

Con el requinto de un blues  en la memoria
Y  la esperanza  indigente alargando su mano

Con la sed de un beso punzando en mi boca
Y la resaca de la vida vomitando en  mis sienes

Te busco en el mundo porque me sueño el mundo

(Irremediable  encontrarte en la  utopía de la noche
 Y  los febriles adioses del crepúsculo)

Las últimas notas se dispersan al viento
Sonoras pompas que el tacto de un niño
En su afán de asir ya las destruye

Bebo el café que la noche me invita

Te miro aparecer entre  luces
De neón de onírica apariencia

Noctambulas criaturas se dispersan en las sombras
Hallan refugio en las cuevas del tiempo
Donde un Baco innovado
Llena copas de licor adulteradas

No es necesario soñarte
Todas las cosas tienen tu recuerdo
    
         Antonio Ruiz
                        (Amores idos)


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