Heme aquí, a tu lado, un momento,
tus brazos,
murallas que envuelven tus sueños,
penetran mi región de fantasías,
mis anhelos,
tus manos hacedoras de caricias,
tus manos que construyen monumentos,
tus manos tu historia,
tus manos la prisión donde me encierro,
dedos blancos que enclaustran
un puñado de misterios,
mi mano es la serpiente que
recorre tu cuerpo,
río de ríos mi mano con
sus dedos,
se extiende con rumores de
acuosos sentimientos
por tierras blancas que
surcan mis deseos,
Mi mano, mi brazo que
ciñe, anaconda
la ecuatorial albura de tu
cuerpo,
hasta que toda te
despiertas
y miras el reloj y te urge
el tiempo,
y te urge la vida, y tus
deseos,
y echas a andar por esa
senda
donde reptan mis sueños
confundidos.
Antonio Ruiz Ruiz