viernes, 27 de marzo de 2015

Surtidor de días.




Surtidor de días
con la nube
has fecundado la tierra
y brota en ella,
en un rincón del patio,
la florecilla violeta
¡Qué raro encanto...!
Frágil elegancia
de tierno aroma vestida
si por poseerte
mi mano te arrancara
¿Acaso serías mía?
o ¿Dejarías de serlo
con tan sólo contemplarte
en ese ángulo extraño
que escogiste para tu vida?
Voy a mirarte crecer
como a una hija,
y cuando llegue para ti
el tiempo de tu partida,
atesoraré en mi alma
tu recuerdo.


                 Antonio Ruiz Ruiz

El legado.





He intentado dejarte
y no podido,
extraviarte en estos giros
del camión en la ensenada,
en estas horas de insomnio,
en este amanecer en que persigo
las luces de algún puerto,
la costa de otra región.
He practicado el olvido;
todas las tardes juego a no recordar,
niego la cueva y la casa,
el edificio,
niego el progreso.
Cuando cierro los ojos
me miro amanecido,
incorpóreo,
como una onda de viento,
y pienso
que te dejado,
pero de pronto me canso
de girar sobre la tierra,
te siento entonces en mi espalda, recostada,
y pierdo levedad,
y el peso mismo, tu peso,
me hace caminar a tropezones.
Nuevamente
me resigno a la vida,
extraigo un testamento
y me dispongo a heredarte,
entre sabores rancios de café,
a esos niños que aburriré rotundamente.

                                   Antonio Ruiz Ruiz