El amor es taquicardia,
un borbotear de aguas profundas en el plexo,
miradas idas, continúas distracciones,
un paralelo universo
de dos
dentro de un todo.
Es látigo y espalda
masoquistas,
es risa, llanto si se quiere,
es una mano anudada a otra mano
que persiguen lejanos horizontes.
Es suicidio, también es desengaño
para el que encuentra rechazo
y yace solo,
es pasión, ansiedad de darse en sacrificio
por una causa que llena
el espacio raro del espíritu.
Es dar, darse, desvivirse,
deshojarse en el viento,
recrear a la tierra inanimada
con un poco de agua y el aliento
en polisémicas formas animadas
que se miran absortas al espejo,
es un extraño suceso que da vida
y nos invita también a perdurarla,
el amor, hoy por hoy, tiene un día,
¡qué ese día sea eterno como el
alma!
Antonio Ruiz Ruiz