No sé qué pensamiento te abatía
Ni que oscuridad tan prematura
Marchitaba tu piel en un instante
Ya no pude acompañar a tu silencio
Y rotas mis palabras balbucían
Absurdas conjeturas
Tratando de alegrarte me perdí
Nunca supe //Jamás pude entender
Y aunque hubiera punzado en mi alma
No recuerdo o niego el que dijiste
Anhelando en intervalos de locura
Tus manos jugueteando en mi epidermis
Y tu voz que en tiempos (no sé cuáles)
Murmuraba promesas a mi oído
Hoy no sé si estuviste o estarás
Pero el cuerpo sugiere tu presencia
En la profunda hora de la noche
Donde cómplice inmortal de las caricias
Fue el silencio hasta ahora impenetrable
Te recuerdo
Y siento tu presencia y entiendo estas aquí
En el inédito mar de la palabra
Y el infinito espiral del pensamiento
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