Vuelve en la noche apenas la mirada
del sueño, a contemplarme,
grazna como un cuervo herido,
y sus alas de murciélago pasean
por estos edificios-
Es la memoria vapor de estas lloviznas,
Aliento de la tierra en la montaña,
¡Ay! humedad, vacío, entraña,
lenguas de mar que abaten el olvido
en esta blanca estancia donde todo
resplandece en la ausencia y el silencio.
El ojo de un cuervo me vigila,
y yo que soy
aliento, lluvia, noche,
me pierdo en entrepaños de recuerdo.
Antonio Ruiz
Ruiz
No hay comentarios.:
Publicar un comentario